El 29 de enero de 1949, Luis Rosales escribía Estela, un poema que no incluyó en su libro Rimas, ni en La casa encendida y que se encuentra en el fondo del Archivo Histórico Nacional. Es una evocación a su madre, a quien dedica El contenido del corazón.
Como característica de su obra podemos encontrar los tópicos referidos a la luz y el agua como fuente de vida, el tono onírico, lo espiritual, además de lo sonoro ( “la escuché”) y lo visual (“la vi”), con carga de irrealidad.
Estela
Buscando la luz del agua
se convirtió en agua viva
primero la escuché hablando
y sentí su voz y ardía.
Me pareció que la vi,
me parecía.
Después la sentí soñando
que soñaba y que vivía.
Me pareció que la vi,
me parecía.
Después se quedó tan quieta
¡tan quieta! que se me iba.
Me pareció que la vi,
me parecía.
Fuente: Quimera nº 319
Tú sí lo llamarás (poema recitado)
Fernando, un sencillo "gracias" desde el corazón.
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ResponderEliminar¿Por qué, Rodrigo, es un poema precioso que no se ha publicado en ningún libro.
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