domingo, 12 de junio de 2011

¿Para qué coño vale esto?

Estamos en el final del curso académico, el agotamiento, los nervios, ya están a flor de piel, tanto de alumnos como de profesores. Ahora se busca el resultado positivo independientemente del esfuerzo para conseguirlo y la pregunta “¿para qué… sirve esto?" se escucha con demasiada frecuencia. Mis alumnos saben que he agotado los argumentos, pero en el blog La ciencia para todos, Javier lo explica excelentemente. Os invito a que lo leáis y lo reflexionéis, tanto si sois profesores como alumnos, como si os dedicáis a otra ocupación, sirve para otros ámbitos de la vida. Leedlo, es genial:


Esta pregunta, (disculpen el término) aparece de cuando en cuandoen labios de profesores, padres o alumnos… y el resto del tiempo permanece latente en muchas de sus cabezas.

Con frecuencia intentamos dar respuestas utilitaristas… con escaso éxito.

Que la ciencia, o cualquier otra disciplina, sirva para esto o lo otro… justifica su existencia, no que yo deba dedicar un minuto a su estudio.

Por ejemplo, recoger la basura a diario es una actividad de lo más importante y prioritaria, pero no nos ocupamos de ella, la dejamos para otros, independientemente de su importancia.

Si construimos argumentos que justifican el estudio de nuestra materia, pero van en contra del de otras… no hacemos más que defender nuestro chiringuito, no la necesidad del estudio en sí. Con eso sólo conseguimos que esta pregunta se la hagan a otros.

Como hoy he tenido esta conversación en una clase, os propongo el punto de vista que yo les doy a mis chavales, con la misma intención con la que se lo cuento a ellos:  que lo consideren y lo acojan si les parece bien y lo dejen a un lado en caso contrario. Con la ventaja de que no alude a una asignatura u otra, sino a la idea del estudio en general.

1. Buena forma mental

Me sorprende cómo nos preguntan para qué vale estudiar poesía, logaritmos o filosofía y nadie le diga nada al de educación física que hace correr a los chicos en círculos… vaya, que acaban justo donde empiezan.

En la actividad física todo el mundo asume que una buena forma te hace vivir con más comodidad y mejora tu salud.

Pues en la actividad mental pasa lo mismo, ejercitar el coco lo mantiene en buena forma. Ese coco con el que piensas, tomas decisiones, construyes tu vida, tus relaciones personales, laborales… Ese coco que a veces te ayuda a ser feliz y otras veces es la causa de tu desgracia.

Para los adultos es bastante sano comenzar actividades nuevas que impidan que “eches barriguita” mental y te acomodes… aprende a hacer algo nuevo, un hobbie, una habilidad… Sabréis que a los mayores les recomiendan hacer aunque sea sudokus o crucigramas para luchar contra la pérdida de facultades.

2. Desarrollo de distintas habilidades, capacidades… completarte como persona.

Si sólo hubiese que estudiar aquello que tiene una aplicación directa, económicamente rentable a ser posible, habría que cerrar todo lo que oliese a arte. La música, la educación plástica, la literatura… closed.

Me gusta pensar que somos algo más que un miembro de una cadena de montaje que come, caga, monta cacharros y se muere a los 67 sin cobrar ni un sólo día de pensión.

Que nuestros chavales (o nosotros mismos) pasemos un buen rato combinando pinturas de colores o intentando sacar algo musical de una flauta, desarrolla partes de nosotros distintas a las que tienen que ver con factorizar un número o apretar una tuerca y que también son importantes si deseamos un desarrollo integral de la persona.

3. El futuro es impredecible

Aunque este es un argumento utilitarista, y me parecen suficiente los dos anteriores, sí creo que produce una reflexión interesante en nuestros alumnos.

Ya que la pregunta del título suele ser una versión reducida  de “¿Para qué coño quiero esto si yo me voy a dedicar a aquello?”.

La vida es impredecible (gracias a dios!) y no es fácil saber hacia donde te va a llevar y, quizá más importante, cómo cambiarán tus intereses, que evolucionan. Este hecho no siempre lo tienen presente los chicos que, por su juventud, piensan que sus intereses o su forma de ser, “siempre” han sido así y siempre lo serán… un “siempre” que quizá abarque cuatro o cinco años a lo sumo.

4. Ayudita extra

Dicho todo esto, como a mí me desagradan o aburren mortalmente algunas cosas, debo reconocer y admitir que a mis chavales les aburrirán otras cosas, quizá mi asignatura, sin culparles de eso como si fuera algo moralmente condenable.

Hablando de esto me gusta hacerles esta reflexión.

Esto que te parece un tostón, es la ocupación jubilosa de cientos de miles o millones de personas en el mundo.

Establezcamos hipótesis.

- Primera hipótesis:  son imbéciles.

- Segunda hipótesis: esto tiene que tener algo de gracia escondida en algún sitio.

Como es tanta gente, creo que debemos descartar la primera hipótesis… Sí, a mí también me cuesta descartarla en algunos casos, pero seamos buenos.

Así que, si abrimos los ojos y miramos con cierta apertura a esa disciplina, buscando dónde se esconde eso que les emociona a los frikis de turno, probablemente nos facilite su estudio.

Finalmente para mis compañeros profes, os diré que cuando no les intentamos vender motos y les contamos razonadamente cosas verdaderas la respuesta es bastante positiva.

Esta entrada está dedicada a mis alumnos presentes, pasados y futuros, y a mis compañeros profes.
Fuente: academia de Platón, de Rafael. Wikipedia
Miles de gracias, Javier.

2 comentarios:

  1. Gracias a ti por difundirlo y por el estupendo trabajo que haces con tus chavales. Besos

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  2. Es muy buena tu entrada, merece la pena. Con respecto a mi trabajo, ya veremos...

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